Pongamos que hablo del Sur

Hola criaturillas!
Hoy, mientras comía alegremente al aire libre disfrutando de este tiempo tan glaciar que tenemos, ha pasado algo que me ha llenado de rabia. Ha pasado junto a mi un señor, voy a concederle ese trato, hablando por su teléfo móvil. Muy trajeado y con un acento de más allá de Despeñaperros. Hasta aquí nada había llamado mi atención hasta que mis oídos captaron parte de la conversación que no podía ignorar. El susodicho señor dejó caer esto: "ya sabes como son estos andaluces, no hay quien entienda el idioma que hablan y además siempre con sus chistes"... La ignorancia y la estupidez hechas hombre. Para empezar el andaluz no es un idioma, es un dialecto que hablamos en esta tierra. Pero el andaluz no solo se habla, también se entona. Por no hablar de los distintos significados que puede adquirir una misma palabra dependiendo de la situación. Es más, una misma palabra puede significar algo muy diferente dependiendo de la entonación que se le de y de la región de procedencia del que la dice. Cada día se crean palabras o se redefinen otras y son entendidas perfectamente por todo aquel con algo más de dos dedos de frente. Y no solo eso, un leve gesto de cabeza o una sonrisa también puede alterar el significado. Y hablando de gestos, el andaluz es un dialecto tan rico que a veces no necesita palabras. Todo eso y mucho más hacen del andaluz uno de los dialectos más completos de España.
Chistes dice, JA! Chistes contaba el gran Eugenio. El andaluz no cuenta chistes, el andaluz cuenta historias graciosas. Buscad videos del más grande de todos, Paco Gandía, y entenderéis lo que os digo.
He reflexionado un poco y he llegado a la conclusión de que lo que guía a todos estos señores de corbata y acento seco no es má que la envidia. Envidia de la luz que desprende esta tierra, de la simpatía de la gente del sur acostumbrada a tratar con todas las culturas que pasan por aquí desde no se sabe cuándo. Envidia de la risa que lleva el andaluz por bandera cuando sale del Sur. Envidia de nuestra manera de vivir. Envidia que, como dirían en Cádiz, es cosa de carajotes. Y no m olvido de los cuatro aprovechados que tenemos gobernando estas ocho provincias pero de eso, por suerte o más bien por desgracia, los hay en todas partes...
No he puesto todo lo que pensaba, pero es que no me salen las palabras cuando me embarga la pasión al hablar de Andalucía...
A más ver, arre arre unicornio.